Don Atha, la memoria de nuestra tierra, el protector de nuestros orígenes, la poesía hecha copla. El payador perseguido, por dictaduras y por democracias aunque siempre militares, José Uriburu y Juan Perón. Pero sin embargo su voz nunca cayo, y su guitarra, inseparable compañera nunca dejo de sonar a pesar que su mano había recibido golpes por sus represores, pero claro la brutalidad no solo se expresa en la violencia sino también en la ignorancia, porque la tortura aplicada por sus captores fue recibida en su mano derecha y don Atha siempre fue zurdo, desde su mano, pasando por sus letras y llegando al corazón. Fue quien se encargo de llevar el grito de nuestros pueblos originarios por todo el mundo, gritos de libertad y de justicia. Justicia para nuestros indios y para nuestros criollos, justicia para los trabajadores y para los explotados. Justicia para nuestras chinas y para sus gurices. Coplas inundadas de poesía, añoranzas de exilios, cálidas protestas, bagualas de amor, don Atha, odiado por tanto ricachon y aclamado por todos, indios, pobres, postergados, condenados, humillados. Don atha nuestra historia recitada como canto de libertad.
Don Atha, la memoria de nuestra tierra, el protector de nuestros orígenes, la poesía hecha copla. El payador perseguido, por dictaduras y por democracias aunque siempre militares, José Uriburu y Juan Perón. Pero sin embargo su voz nunca cayo, y su guitarra, inseparable compañera nunca dejo de sonar a pesar que su mano había recibido golpes por sus represores, pero claro la brutalidad no solo se expresa en la violencia sino también en la ignorancia, porque la tortura aplicada por sus captores fue recibida en su mano derecha y don Atha siempre fue zurdo, desde su mano, pasando por sus letras y llegando al corazón.
ResponderEliminarFue quien se encargo de llevar el grito de nuestros pueblos originarios por todo el mundo, gritos de libertad y de justicia. Justicia para nuestros indios y para nuestros criollos, justicia para los trabajadores y para los explotados. Justicia para nuestras chinas y para sus gurices.
Coplas inundadas de poesía, añoranzas de exilios, cálidas protestas, bagualas de amor,
don Atha, odiado por tanto ricachon y aclamado por todos, indios, pobres, postergados, condenados, humillados. Don atha nuestra historia recitada como canto de libertad.