Olimpiadas 2012. Un fracaso más del neoliberalismo desarrollista.

Olimpiadas 2012. Un fracaso más del neoliberalismo desarrollista.

Ante la pobrísima actuación de Argentina en las olimpiadas, un pequeño análisis de la situación sería prudente para una lógica conclusión.

No es casualidad que los países que no tienen ningún tipo de inversión en determinadas áreas como la deportiva tengan escasos o nulos resultados en competencias de índole internacional. Sin embargo no es exactamente el caso argentino, ya que existe una inversión en el área de deportes, pero lejos está este gobierno de invertir en la socialización de los deportes para el beneficio social y humano de nuestro pueblo, sino que esa “inversión” se encuentra dentro del marco de las políticas miserables de una burguesía incapaz de marcar un rumbo aun dentro del propio sistema capitalista, tal cual es el caso de potencias como EEUU, Rusia, Brasil o China, donde sus clases dominantes se plantean el dominio de todas las aéreas posibles para sustentar distintas políticas de consenso y supremacía a nivel mundial.

El gobierno argentino, como hace habitualmente, se cansa de propagandizar sus políticas y el deporte no es una excepción,  realizó un gran despliegue  para sellar sus acuerdos con la mafia de Grondona y su futbol, 700 millones de pesos en “el futbol para todos”, una demagogia barata que sigue generando consenso y  alimentando barras bravas que no solamente son instigadoras de crímenes y asesinatos, sino que son en muchísimos casos el brazo violento de partidos y sindicatos.

Por supuesto, que haber invertido esos 700 millones en la creación de centros deportivos donde la casi interminable cantidad de deportes, ya sean olímpicos o no, se realicen y se promuevan no está en las intenciones de una burguesía que solo intenta llevar a adelante un pobre neodesarrollismo extractivista que permita seguir enriqueciendo las arcas de las multinacionales y para eso solo necesita políticas que consigan consenso y apaciguamiento de las masas, soluciones coyunturales que le permitan al sistema seguir reproduciéndose.

No es casualidad que Argentina haya conseguido cuatro pobres lugares en estas olimpiadas, y en deportes que se destacan por su altísimo nivel de mercantilización como jockey, tenis, yachting y la excepcionalidad del taekwondo, esto es un fiel reflejo de la inexistente inversión del estado en esta área, no es fácil para ningún deportista dedicarle el tiempo al entrenamiento de alto rendimiento que se necesita para intervenir en estas competencias o el equipo, las dietas, los elementos y la participación continua en diferentes competencias de índole nacional, regional o intercontinental para la continua evaluación necesaria que los inserta en el microclima especifico del deporte. Sin un Estado que promueva, estimule y financie a miles de niños, adolecentes y jóvenes para conseguir una élite de deportistas capaces de ingresar en las competencias a nivel mundial es improbable tener lugares destacados en los medalleros olímpicos.

Guillermo Castelli.