El buitre ave rapaz oriunda del viejo
continente y de norte América que en los
últimos días ha invadido las vidas de los nativos de este país , surgido desde las oscuras entrañas del mal, una
especie renovada, más perversa, de ojos saltones, gritos agudos, sentimientos
malignos, una nueva plaga que nos azota, como maldición diabólica. Cada día nos
despertamos con su sombra sobre nuestras cabezas y nuestro destino, su vuelo rasante
nos acorrala y nos intimida empujándonos al sombrío espacio del default.
Palabra nefasta que aterra nuestra memoria y
la vincula intrínsecamente al corralito y al riesgo país, a la explosión
social, incendios, saqueos, de la Rua, Saa, Mesa, Duhalde, Menem, Kirchner,
todo un ciclo de convulsión social sin horizonte, que nos paraliza de sólo
recordarlo.
Sin embargo en estos días la nueva especie en
desarrollo que nos invade, el buitre, nos obliga a tener presente ese odioso
pasado, no tan pasado y mucho más cercano de lo que quisiéramos.
Todo pareciera indicar que otra vez estamos
metidos hasta el cuello en un problema financiero de carácter estructural que
nos involucra a todos a pesar de nuestra buena letra y buenas intenciones.
Hasta hace solo unos meses la Argentina era
un país pujante, aunque sin ninguna industria, sólo nos conformamos con armar
todo los que los chinos nos mandan y las “grandes empresas” ensamblan con solo
unos cuantos empleados para obtener mucha más ganancia que importarlos ya
armados. Estábamos felices de haber recuperado YPF una empresa fundida que nos
costara 8000 millones de dólares y ya se la regalamos a Texaco para que la
exploté durante 25 años, estamos orgullosos de que las mineras destruyan
nuestra cordillera para llevarse el mineral a cambio de migajas, agradecidos a
la soja por destruir nuestra tierra pero generar miles de planes sociales para
contener a los que no trabajan ni lo
volverán hacer.
Todo parecía casi perfecto, un país sin
inflación, sin desempleo, sin miseria, con abundante superávit fiscal, y de
repente un día nos despertamos para enterarnos que esa maldita especie
carroñera nos empujaba a la crisis
financiera más perversa e inmerecida y todo nuestro futuro se venía abajo con
nuestra propia existencia.
Pero en realidad todo demuestra que esto no
es producto del azar, ni de la inmigración
de los malditos buitres, ni de nuestra mala letra, sino del desarrollo de otra
ave rapaz de origen argentino que habita en nuestro sur y se alimenta en la plataforma continental
Argentina, de características similares al buitre en su alimentación y crecimiento
pero de aspecto mucho más delicado y hasta atractivo pero tan carroñero,
perverso y despiadado como el buitre y es nuestro “Albatros errante”, también dicen los investigadores que en las últimas
décadas ha desarrollado un poderoso sistema que le permite emitir dos lenguajes al mismo tiempo, casi
asombrosamente posee la capacidad de un doble discurso, donde uno opera de forma arcaica, torpe y vetusta, extremadamente convincente para las grandes
mayorías, que serán su alimento preferido y otro descifrado por una pequeña minoría la cual ante cada
embestida parlanchina huye despavorida sabiendo que se viene el picotazo
carroñero.
Esta maldita ave parece ser la que en realidad saco al mercado los bonos que
comprarían los famosos buitres para conseguir un poco de efectivo que paleara
nuestras anteriores crisis financieras y fue él –el albatros mayor de pico encorvado
y ojos viscos- quien puso como garante a la justicia yankee o mejor dicho al
famoso juez Griesa. También fue de los gobiernos plumíferos que más pagaron
indiscriminadamente a todo buitre internacional, ya sea club de París, FMI, u
otros “buenos acreedores” que han pasado por caja a cobrar.
Prueba de esto es el gran vaciamiento que
hicieron del Banco Central, el Nación, el ANSES y todo ente nacional o
provincial que recauda plata para poder pagar deuda anterior, actual y la que
siguen contrayendo ahora hasta con los chinos, deuda interna que ya llega a 100000
millones de pesitos, una externa que ronda los 220000 y si pinta el famoso Rufo
deberíamos unos 120000 más, pavada de deuda.
El doble discurso plumífero supo dar réditos políticos,
por un lado les permitió gobernar
durante una década gracias a corromper todo el aparato del Estado, entregar nuestros
recursos naturales a manos extranjeras y sumergir a la gran mayoría de la
juventud en la cultura parasitaria y marginal que ellos profesan como religión.
Por el otro lado han podido realizar cientos de negocios personales ellos y sus
amigos testaferros llenándose los bolsillos de cientos de millones para
resguardar el bien vivir de varias generaciones y sino preguntémosle a don Lázaro.
Pero según dicen algunas lenguas esta es una
nueva apuesta del doble discurso plumífero, ya que nada cambiara si luego del
30 de julio no se arregla con la carroña buitrera, más que quedar endeudados hasta
las manos, que aumente la inflación, la desocupación y los precios, nada que ya
no nos haya pasado, la Argentina no dejara de existir y todas sus especies se seguirán
reproduciendo. Aunque nada cambie parece ser que las consultoras oficialistas
opinan que esta apuesta “de tinte nacionalista” sumaria unos cuantos puntitos
al proyecto de los albatros sureños, deteniendo la estrepitosa caída de las
encuestas, ya que de última la bomba le estallara al próximo carroñero de
turno.
En tanto, el gran estratega económico que la
Argentina puso a cargo de semejante negociación, el petiso Kicillof, de
patillas retro y soberbia plumífera intenta negociar con viejos lobos de Wall
street que de desplumar países la tienen lunga, llegando tarde a las reuniones
y dilatando la agonía, el único que suma
puntos es míster Pollack el mediador que embolsa 11.904 dólares diarios por sus
buenos servicios… un jugador el tipo. Entre tanto el mundial termino Maradona y
Torugo se llenaron los bolsillos hablando pavadas que nadie escucho y Argentina
y Venezuela garparon, pero tenemos la fortuna que al menos comienza el Rugby Championship que si bien no es futbol
cada vez despierta más emociones.
Guillermo Castelli.
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