La triple A fue un
grupo parapolicial de extrema derecha creado por José López Rega llevó a cabo
cientos de asesinatos contra guerrilleros y políticos de izquierda durante la
década de 1970, además de amenazar a artistas e intelectuales. López Rega era
miembro de la logia masónica irregular Propaganda Due, dirigida por Licio Gelli,
la cual trabajó en la Operación Gladio. El almirante Massera, era también
miembro de la organización.
El asesinato de José Ignacio Rucci en 1973, a
quien Perón consideraba como un hijo, habría motivado al líder justicialista a
crear una organización paramilitar para combatir a la izquierda peronista.
En los últimos años se ha iniciado un debate acerca de Juan Domingo Perón
como responsable último de la constitución de la Triple A como fuerza
paramilitar. A esta teoría suscriben los periodistas Juan Bautista Yofre, Hugo
Gambini, Pacho O'Donnell, Joaquín Morales Solá y Marcelo Larraquy, entre otros.
Ya durante la primera presidencia de Juan Perón, se perpretaron un gran
número de violaciones de los derechos humanos.
En 1946 Perón creó la
oficina, Control de Estado, cuya jefatura confió al gendarme Guillermo Solveyra
Casares, autor de las instrucciones de aniquilamiento de opositores e
introductor de la picana eléctrica portátil.
Poco después del asesinato de
Rucci, Perón le confiesa al gobernador Oscar Bidegain la necesidad de crear una
organización paramilitar al estilo del somatén catalán de la Guerra civil
española: «Lo que hace falta en la Argentina es un somatén"
En enero de 1974
el actual diputado Carlos Kunkel renunció a su banca de diputado, después de que
Perón lo amenazara a él y al grupo de peronistas de izquierda donde él estaba
con la siguiente expresión: «En una semana se termina todo esto, porque formo
una fuerza suficiente, lo voy a buscar a usted y lo mato».
El primer
atentado registrado de la Triple A tuvo lugar el 21 de noviembre de 1973, cuando
la organización —como represalia por el asesinato del sindicalista conservador
José Ignacio Rucci a manos de los Montoneros un mes antes— colocó una bomba en
el automóvil del senador radical Hipólito Solari Yrigoyen. El artefacto explotó
e hirió en las piernas al senador, pero no logró matarlo; dos años más tarde
repetirían el intento sin lograr su objetivo.
Durante los dos años
siguientes, la Triple A llevó a cabo múltiples atentados, incluyendo algunos
contra figuras gubernamentales, judiciales y policiales consideradas permisivas
o afines a las organizaciones armadas; la lista incluye a Silvio Frondizi,
hermano del ex presidente Arturo; al ex subfeje de la Policía Bonaerense Julio
Troxler; al defensor de presos políticos Alfredo Curutchet; al ex vicegobernador
cordobés Atilio López y el sacerdote Carlos Mugica.
La CONADEP ha comprobado
la intervención de la Triple A en 19 homicidios en 1973, 50 en 1974 y 359 en
1975; se sospecha además de su participación en centenares de otros. Además, sus
amenazas de muerte llevaron al exilio a muchos, incluyendo a científicos como
Manuel Sadosky; periodistas como Pepe Eliaschev; psicoanalistas como Marie
Langer; artistas como Héctor Alterio, Mercedes Sosa, Pino Solanas, Norman
Briski, Inda Ledesma, Armando Tejada Gómez, David Stivel, Luis Brandoni, Horacio
Guarany y Nacha Guevara y políticos como José Ber Gelbard.
De acuerdo a las
investigaciones más citadas al respecto, sólo entre los meses de julio y
septiembre de 1974, la Triple A habría realizado 220 atentados, de los que
resultarían 60 víctimas mortales y 44 heridas de gravedad, además de 20
secuestros. La estimación global se coloca en el orden de los 1500 crímenes,
algunos de los cuales se encuadran como crímenes de lesa humanidad.
Según
anexos del informe Nunca Más del 30 aniversario del golpe, desde el comienzo del
gobierno constitucional de Héctor Cámpora, el 25 de mayo de 1973, hasta el golpe
de Estado del 24 de marzo de 1976, que derrocó a la presidenta María Estela
Martínez de Perón, las desapariciones forzadas previas al golpe de 1976 fueron
unas 600 y las ejecuciones sumarias, unas 500.
Según el Archivo Nacional de
la Memoria, un organismo creado por el presidente Néstor Kirchner, en diciembre
de 2003, entre el 20 de junio de 1973, el día de la llamada Masacre de Ezeiza,
hasta el inicio de la dictadura militar, hubo 900 desapariciones y 1500
asesinatos. Además, estiman que unas 3000 personas fueron apresadas por causas
políticas
De acuerdo a las investigaciones más citadas al respecto, sólo
entre los meses de julio y septiembre de 1974, la Triple A habría realizado 220
atentados, de los que resultarían 60 víctimas mortales y 44 heridas de gravedad,
además de 20 secuestros. La estimación global se coloca en el orden de los 1500
crímenes, algunos de los cuales se encuadran como crímenes de lesa humanidad.
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