domingo, 11 de septiembre de 2016

El día del maestro, Belgrano se revuelca en su tumba



El día del maestro, Belgrano se revuelca en su tumba.

El 11 de septiembre será otro de los días que los alumnos de las escuelas tendrán que rendir homenaje al vetusto y reaccionario Sarmiento, aquel que quedó en la historia por haber legalizado oficialmente la educación pública y por pedir que rieguen la tierra con la sangre de los gauchos, y a sus actuales maestros y docentes, una degeneración histórica de aquellos educadores que había pensado el general Belgrano, el verdadero prócer de la educación pública, tanto por haberla llevado a la práctica como por los principios que pregonaba con su ejemplo y sus exigencias.
Pensar semejante idea podría tildarse de herejía, cosa que no me disgusta, por el contrario me enorgullece, pero publicarla seguramente sería descabellado, otra de las cosas que hago a menudo, por torpeza o cabeza dura, pero al fin y al cabo soy de los que opina que no hay que morirse sin decir las cosas que uno piensa.
He concurrido tanto a la escuela primaria como a la secundaria, la cual la terminé, con sacrificio de noche porque de día trabaja para la simple subsistencia, tuve varios intentos en la universidad, por desgracia todos truncos por los famosos condicionamientos sociales o las llamadas crisis económicas. Hace unos cuantos años mi conexión con la escuela es a través de mis hijos; y las reflexiones que realizo a diario me convencen cada vez más de que los maestros o docentes han dejado de ser en su gran mayoría los educadores que el Gral. Belgrano había imaginado allá por 1796 cuando empezaba a diseñar la importancia de la educación pública y obligatoria para el desarrollo de una nación prospera, para convertirse en auténticos empleados públicos, de esos que concurren al trabajo seguros de que nadie los va a echar, porque en el Estado no echan a nadie, siempre tienen un salario a fin de mes, muchísimos días de vacaciones, verano e invierno, numerosas licencias y podemos decir que sus turnos de trabajo son de 4 hs, aunque sabemos del grandioso sacrificio que hacen cuando trabajan dos turnos o sea 8 hs, algo que contado por ellos pareciera imposible de alcanzar por el resto de los mortales que parece vivimos en el paraíso de las condiciones laborales.
A esta altura seguro ya tengo acumuladas puteadas en mi haber, pero como buen cabeza dura seguiré con mi reflexión. Y puedo decir que desde que termine el secundario hasta la actualidad vengo advirtiendo como los docentes fueron abandonando sus principios de ser quienes, no solamente tenían la obligación de enseñar a los pibes, sino que también tenían ese inconsciente colectivo donde abrir la cabeza de los alumnos, ser generadores de futuras mentes brillantes, construir personas atrevidas para apoderarse del saber,  generar artistas de la vida era un pensamiento mancomunado entre los que vestían con orgullo el delantal de maestro; para en la actualidad convertirse en simples empleados públicos que en el mejor de los casos cumplen un horario para cobrar el sueldo sin importarles  los conceptos ni los contenidos, y en el peor de los casos se han complotado con el sistema para impartir relatos de turno, para ser obsecuentes con “todos tienen que pasar porque sino estigmatizamos”, “no amonestamos porque es represivo”, “no exigimos porque hay que incluir”, “no abrimos mentes porque nosotros estamos derrotados por el mismísimo sistema”.
En tanto cursaba materias tanto en la licenciatura de política como en sociología me he topado con una mayoría de docentes que poco tienen de académico y mucho de militantes partidarios, pareciera que tienen que pagar con propaganda el haber conseguido algunas horas cátedras, y carecen de toda vergüenza realizándolo a viva voz delante de los cursos, muchos de los cuales ahora tendrán que diseñar nuevos discursos para defender el nivel de corrupción alcanzado por la ultima gestión.
Pero también me encuentro muchas veces corrigiendo los cuadernos de mi hija que transita la primaria, y no fueron pocas las veces que escribí en su cuaderno de comunicación o he ido a su escuela para discutir tanto con su maestra como con la directora del establecimiento, las calamidades que encuentro en sus cuadernos corregidas con extensas felicitaciones por parte de sus maestras, demostrando su verdadero desinterés y falta de moral para estar delante de un grado. Y esto no me paso sólo en una escuela como tampoco sólo en una universidad.
Para muchos esto parecerá un discurso gorila, pero la triste realidad es que ni enseñan ni contienen, tenemos las peores tasas de deserción de las últimas décadas, el 50% de los pibes que entran a la secundaria no la terminan y de los que ingresan a la universidad apenas el 20% termina, el programa de evaluación PISA nos ubica cerca del puesto 60 debajo de la mayoría de los países latinos, y la prueba más estremecedora de todo esto la vemos a menudo cuando en los ingresos a las universidades los  pibes no llegan a comprender los textos de estudios, leen de forma deficitaria, tienen gravísimos problemas con las matemáticas y son incapaces de redactar cualquier cosa.
Sin embargo tenemos que decir que fue muy importante el aumento del presupuesto nacional para la educación en el último periodo, casi un 7% del PBI, ahora lo que tendríamos que evaluar es si ese aumento fue realmente invertido en educación o fue robado o utilizado para hacer política partidaria como demuestran varias causas que involucran actos de corrupción en escuelas públicas como en varias universidades nacionales y provinciales.
Siguiendo con las fastidiosas estadísticas los días de clase como la cantidad de horas cursadas también nos ubican lejos de todos nuestros países vecinos, Brasil, Chile, Bolivia tienen más días de clase que nosotros, nuestro calendario dictamina solo 190 días, pero todos sabemos que los docentes comienzan el año con su paro reglamentario reduciendo los mismos antes de comenzar el ciclo lectivo , agregándole a esto que la jornada horaria en los otros países son de 5 horas y acá son de 4, por lo que llegaríamos a tener 760 hs anuales en caso de llegar a los 190 días de clase, toda una utopía.
Por supuesto podemos seguir llenando hojas de datos y estadísticas que demuestran que la educación es un negocio más, y solo para los que cobran, porque para la gran mayoría de los pibes se han convertido un gran fracaso.
Y por más que los relatos se sucedan y nos quieran llenar la cabeza con el verso de la inclusión, la realidad nos muestras que cada vez estudian menos y cada vez tienen un nivel más deficitario.
Seguramente la excusa de esta verdad será que eso es una cuestión política, y se le echará la culpa a malas gestiones que tuvo nuestro país; y seguramente eso es parte de la razón pero nada los exime de su complicidad con la decadencia que sumerge a nuestra educación, ellos han sido fieles al relato y nada dijeron o hicieron para contrarrestar las políticas educativas, de hecho sus únicas medidas de fuerza son por aumentos salariales, porque todo el verso que acompaña el reclamo salarial se termina cuando arreglan el aumento, al fin y al cabo plata en el bolsillo arregla todos los problemas y olvida todo los principios.
Hoy Yaski, Baradel, Micheli  se embanderan como los dirigentes mas legítimos en la defensa de los intereses docentes, cuando su historia es una sucesión de hechos mentirosos, corruptos y  de entregadas, porque en principio se puede decir que tienen menos días de concurrencia al trabajo que los días de estudio que tuvo el chavo del 8.
Solo son burócratas que nunca despegaron el trasero de la silla, no son distintos a Moyano, Martínez , Benegas , Viviani o toda la lacra que entregaron no sólo su mente sino también su cuerpo al Kirchnerismo que supo llevar la educación a lo profundo de la ignorancia. Y siguen siendo los dirigentes de sus gremios porque sus bases los siguen eligiendo como sus representantes, son sus fieles reflejos, toda una mentalidad carcomida por el sistema que los degrada a lo peor que tiene este sistema que son las personas que nada les interesa, están vacios de moral y ética, solo buscan el beneficio personal y al menor costo no importa a quien se perjudique, no importa si todo lo que ellos hacen suma para seguir degradando al país y a todos los pibes que podrían construir un futuro distinto.
Tengo en claro que los docentes se asumen lo mejor y lo mas sacrificado de nuestra sociedad, que aún conservan cierto apoyo de la sociedad, pero  creo que la sociedad también está en plena decadencia, hoy la meritocracia pareciera ser una mala palabra, la exigencias, el saber, la responsabilidades ya no son virtudes sino todo lo contrario, quien piensa así es estúpido, o en el mejor de los casos un utópico.
Está claro que hoy decir algunas verdades te hace ubicarte en el peor de los lugares, gorila será lo más suave que algunos me dirán y no faltará el que me aplique el facho, pero no hay peores verdades que las que nos toca padecer a diario.

Guillermo Castelli.

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